Ludwig se sienta al piano. Tiene mal carácter pero está haciendo terapia para tranquilizarse un poco. Así las cosas, toma ansiolíticos y se la pasa con sueño. Estaba por componer una sinfonía pero ahora las ganas se le fueron un poco. Además, no se le cae una idea. Eso sí: los vecinos están mucho más contentos con él y hasta le ofrecieron un cargo de maestro de música. Por ahí, lo agarra. De algo hay que vivir.
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